viernes, 7 de septiembre de 2007

Filosofía

Conocimiento
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Durante todo el sábado, Juan se había dedicado, junto a su amigo Pedro –a quien conoce desde el jardín de infantes- a estudiar para la prueba de historia que tenía que dar el lunes. Al final de aquel día estaba agotado, pero también muy seguro de su conocimiento de los temas. Sabía, por ejemplo, cuales habían sido las causas principales que desencadenaron la Revolución Francesa, sus distintas etapas y las consecuencias que de ella de desprendieron; también quienes fueron sus líderes y sus adversarios externos e internos, etc.

Por eso, aquel domingo había decidido “desenchufarse”. En primer lugar, se levantó muy tarde; su padre vino a despertarlo para anunciarle que dentro de unos minutos la comida estaría servida. Se levantó en un periquete, pues sabía que ese domingo iba a comer su plato preferido: el día anterior su mamá le había prometido esos exquisitos ñoquis que a él tanto le gustan y que ella sabe cocinar tan bien.

Después de almorzar, de fue al club del barrio a jugar al fútbol. Allí conoce a un grupo de chicos que en las tardes de domingo se juntan y arman un “picado”, en el que Juan suele prenderse. Él es muy habilidoso, sabe manejar muy bien la pelota con los dos pies y posee un remate potente; los chicos conocen sus habilidades y, por eso, se lo disputan a la hora de formar los equipos.

Es así que aquella tarde Juan pasó varias horas en el club, y no solo se olvidó por un momento de sus obligaciones del lunes sino también de los resultados de la fecha, sobre todo de la suerte corrida por su equipo favorito. Por eso, cuando llegó a su casa, lo primero que hizo fue encender la tele; allí pudo ver los dos goles con los que el club de sus amores venció al rival de turno. “Ganamos”, pensó Juan, y realmente el resultado había sido 2 a 0, pero lo que Juan no sabía era que lo que vio en la pantalla correspondía a una filmación de un enfrentamiento anterior contra idéntico adversario y, casualmente, con el mismo desenlace. Sin conocer realmente el resultado, pero con una creencia que coincidía con la realidad, Juan se desplomó sobre su cama contento por el triunfo de su equipo y confiado en sus sí verdaderos conocimientos de Historia que debía poner a prueba la mañana siguiente.
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En este texto podemos encontrar los tres tipos de conocimiento que existen en el hombre.

•Conociemiento directo: Experiencia directa a traves de los sentidos. Es la base de inserción en el mundo que vivimos.
Ejemplo: Juan conoce a Pedro desde el jardín de infantes.

•Habilidad: Capacidad para desarrollar determinada actividad. Es una cuestión de práctica.
Ejemplo: Juan sabe manejar muy bien la pelota.

•Conocimiento proposicional: Se opone al error. Implica racionalización de la realidad. Amplía la razón desde el estudio.
Ejemplo: Juan conoce los acontecimientos ocurridos durante la Revolución Francesa.

En todos los tipos de conocimiento encontramos un aumento de la información.

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